sábado, 13 de diciembre de 2008

Te deseo por tu cuerpo

A menudo bromeas diciéndome que solo te deseo por tu cuerpo
... Y tienes razón.

Que te quiero por el sexo... por el buen sexo que me das
... y también tienes razón.

Que me gusta tocarte las tetas, como si de un remedio contra el estress se tratase
... y aquí, reconozco que también tienes razón.

Pero también te quiero por tu saber estar.
Por tu educación, inteligencia y cultura.

Por tu creatividad, fortaleza y empuje
Y por que siendo iguales, me tratas como a tu señor.

Te deseo porque soy mejor cuando tu estás a mi lado
porque la calidez de tu piel, templa mi corazón helado
porque no me siento solo cuando estoy entre tus brazos.

Te quiero porque a menudo te sorprendo mirándome
con deseo y con dulzura, en la oscuridad de la habitación

Y porque se te ilumina la cara de orgullo
cuando te beso en público, orgulloso de ser tuyo.

Porque dia a día y noche tras noche
haces que poco a poco, me olvide de malas experiencias pasadas.

Porque con tu dulzura, calma y constancia
me haces sentir que al menos para alguien, soy especial e importante.

Porque no tuviste miedo al mostrarme tu lado mas vulnerable
permitiéndome la posiblidad de hacerte daño

aprovecho esa circunstancia, para quererte, mimarte y protegerte aún mas.
Aprovecho tus debilidades para hacerte feliz y que te sientas orgullosa de mi.

Te quiero porque cuando me rascas la espalda
me acaricias el alma.

Te quiero porque me siento afortunado
de que alguien como tu, quiera a alguien como yo.

A menudo bromeas diciéndome que solo te deseo por tu cuerpo
... Y tienes razón

... Entre otras cosas.

Doktor Jeckill. Diciembre de 2008.

Si crees que ayer hablé demasiado...

Si crees que ayer hablé demasiado
tal vez fuese porque me encontraba muy solo.

Si piensas que soy peculiar y extraño
es muy posible que tengas toda la razón.

A veces me sorprendo a mi mismo
de mis rarezas y mi búsqueda de la soledad

a pesar de que en el fondo
necesite de una cálida compañía femenina.

Pasé largo tiempo sintiéndome solo
en los brazos de mil mujeres malditas

me sentí a veces solo
en los brazos de mil benditas mas.

Tal vez anoche pensaste que quería sexo
pero tan solo necesitaba de un cálido abrazo.

Tal vez creíste que estaba algo abstraído
a pesar de mi estéril conversación.

Pero tan solo se trataba de una coraza exterior
cuando en el fondo, ansiaba de un beso tuyo.

Un beso fraternal, de amistad, de pasión...
eso me daba igual. Pero un beso, al fin y al cabo.

Solo soy otro ser asustado
en el proceloso mar de mil sentimientos encontrados.

Anoche pensaste que tal vez hablaba demasiado
pero tan solo, necesitaba un largo y cálido abrazo tuyo.


Doktor Jeckill. Diciembre de 2008.