sábado, 3 de febrero de 2018

¿Donde estás?



Te busqué en los lugares mas recónditos del planeta recorriendo docenas de países y puestas de sol, buscando el atardecer en tus cabellos.

Te busqué en cientos de sonrisas apasionadas, con la esperanza de que esos besos fuesen los que descubriesen el sabor de tu boca.

Te busqué en el fondo de vasos de vidrio impregnados de alcohol, al final de la barra de tugurios de madera vieja, buscando el olor de tu aliento.

Te busqué en cada canción, cada poema y cada melodía que pudiesen erizar mi piel o robarme una lágrima, ansiando hallar tu alma.

Te busqué en cada kilómetro, cada cuneta, cada viejo pueblo abandonado al borde de carreteras olvidadas, esperando escuchar tu voz llamándome.

Te busqué en kilómetros de pieles sudorosas y erizadas, esperando encontrar el calor de tu pasión.

Te busqué en tantos sitios, que hace tiempo que ya no sé encontrar el camino de vuelta.

Necesito que tu luna ilumine mi noche, que tu estrella polar oriente mi camino hacia tu encuentro.

¿donde estás?
Que sepas, que a pesar de todo... aún te continúo buscando. Esperando que aún guardes la esperanza de encontrarme.

Doktor Jeckill. Febrero de 2018

martes, 27 de diciembre de 2016

Carnet del patriarcado


¿Eres hombre, heterosexual, blanco y europeo de clase trabajadora?
Solicita ya tu tarjeta del patriarcado. La que te identifica como un privilegiado de la sociedad.
Con ella podrás:
-Cobrar mas en los trabajos por el mero hecho de ser hombre.
-Abusar de cuantas mujeres se te antoje, tanto de forma sexual como laboral o socialmente.
-Tendrás siempre la razón en cualquier contencioso con mujeres.
-Podrás agredir libremente a homosexuales, por el mero hecho de serlo.
-A cambio de una pequeña cuota mensual, podrás deshacerte de tus hijos y que los crie una mujer o la administración.
-Podrás sentarte en el transporte público con las piernas muy abiertas, ocupando los dos asientos contiguos.
-Veda de caza para asesinar mujeres durante toda la temporada del año.
-Disfrutarás de agradables estancias con todos los gastos pagados en comisarías y prisiones sin necesidad de reserva ni motivo.
-Podrás disfrutar de los trabajos mas duros y repulsivos o de incluso ir a la guerra, sin que ninguna mujer te quite el puesto.
-En caso de catástrofe, siempre podrás quedarte mucho mas tiempo que las mujeres y los niños, disfrutando del espectáculo.
-Tus artículos de aseo y belleza, tendrán siempre un descuento considerable con respecto a los de las féminas.
-Cuando te encuentres discutiendo con tu pareja, siempre podrás conocer nuevos amigos que se interpondrán en la discusión.
-En caso de infidelidad, siempre disfrutarás de una saludable culpabilidad aunque tu pareja sea la infiel.
-Estimulantes masajes en forma de golpes, que mujeres despechadas podrán darte, estimulando tu piel y cabellos.
-Podrás siempre interrumpir a tus interlocutoras cuando hablen.
-Disfrutarás de una potencia sexual incuestionable .
-Poseerás una gloriosa historia de dominación patriarcal.
-Podrás orinar de pié.
-Contemplar tu barba, bigote y hasta el pelo axilar sin tinte azul o violeta.
-Tienes pene y además de considerable dimensión.
-No tienes que limpiar, cocinar, planchar ni hacer ninguna de las labores del hogar.

Y montones de ventajas más.
¡Sácate ya tu tarjeta de socio como miembro del Patriarcado !
¡No esperes mas!
El patriarcado te necesita

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Una habitación sin vistas



Desde una habitación sin vistas , te despiertas pesadamente
desde una vida sin sueños... y mil problemas en tu mente.

Con la boca pastosa de una noche acompañado por Jack
Pelea, vómito y mujeres malas... todo en el mismo pack.

Heridas abiertas de un intenso y turbio pasado
Que perdiéndolo todo y doliendo mucho, pudiste dar de lado.

Elixires de tisteza y olvido, en formas de liquido y piel
que por mucho que intentes, jamás te sabrán a miel.

Con tan solo el estímulo del ronroneo de motores
que hace años, se convirtieron en tus únicos amores.

Botas rotas de cuero viejo, mil veces engrasadas
marcan el camino de tus pasos , escapando de mil putadas.

La palabra soledad es tu segundo apellido
desde que algo dejó a tu corazón tullido.

Esta noche te sentarás de nuevo en la barra del bar
y soñarás con viajes, amores y con poder finalmente escapar.

Desde una habitación sin vistas , te despiertas pesadamente
desde una vida sin sueños... y mil problemas en tu mente.

Viejo gato callejero. Triste , solo y sin dinero.
Agotando tu tiempo y dignidad... pero siempre fuiste un genuino motero.

Doktor Jeckill. Diciembre de 2016

martes, 18 de octubre de 2016

Túneles impuestos

Caminamos dirigidos en un túnel impuesto. Con una iluminación artificial que depende de quien tiene la consola con los interruptores , con la cabeza baja nos cruzamos con otros seres que caminan perdidos, a pesar de estar perfectamente encarrilados en el camino que la oligarquia en el poder les ha impuesto.

Algunos buscamos desesperadamente la salida del túnel.
Aunque ello signifique que ya no dispongamos del cobijo y la seguridad que nos proporciona , nos compensa tener que sufrir el calor, el frío, el viento y la lluvia... porque nos recuerdan que hemos escapado. Nos recuerdan nuestros instintos, nuestra esencia, nuestro afán de supervivencia y superación.
En definitiva: Nos muestra la evidencia de la libertad que algunos no cambiamos por nada. Porque forma parte intrínseca de nuestro ser rebelde.

lunes, 17 de octubre de 2016

Caminando hacia un arco iris


Observando las gotas de lluvia caer tras esa tormenta que nunca acaba.
Mirando los regueros de agua recorrer los recovecos del bordillo de la calzada
Reflejando la tristeza de tus ojos en la superficie de los charcos.

En un cielo gris sin color, en una noche fría y sin estrellas,
Rezando sin esperanzas por salir de ese valle de las sombras en donde te sumió una soledad elegida
tiempos de truenos y fría humedad en una sucia ciudad de cemento.

Caminas con tus viejas botas caladas de barro, sucias de todo el lodo salpicado.
Bajo la presión de una pesada mochila sobre tus espaldas.
Mirando cada poco tiempo hacia la retaguardia, para asegurarnos de dejar atrás todo lo malo.

Retazos residuales de un mal karma pasado tal vez.
Castigo divino por una desconsiderada y desordenada vida pasada.
Ahora contemplas el horizonte buscando el azul del cielo o un tímido rayo de sol.

Y es entonces cuando contemplas un enorme agujero entre las nubes,
del que aparece un arco iris de colores, entre un haz de luz cálida y brillante.
Y rezas para que no sea de nuevo un espejismo, una ilusión de tu mente hambrienta de paz.

Es un largo camino hacia el cono de luz en el horizonte, pero decides caminar hacia él.
Lenta y pesadamente, desprendiéndote en lo posible del barro de tus botas y del frío de tus huesos.
Con mas fe que energía o ilusiones de ser realidad.

Tal vez sea un sueño, o tal vez sea por fin, la merecida recompensa al largo y peligroso camino de un viejo caminante, que una vez bajo las nubes de la tormenta, perdió de vista a la estrella polar que referenciaba el correcto camino de su destino.

Doktor Jeckill. Octubre de 2016

martes, 13 de septiembre de 2016

Dos faroles

Como dos faroles, las miradas se buscan entre multitudes.
Como dos balizas, jalonan el camino hacia promesas de gozo.
Como dos candelas, bailan al son de la tenue brisa nocturna.

Rompiendo la oscuridad, buscando los colores ocres de dos almas gemelas heridas.
Juguetes rotos , que a pesar de todo, destacan de entre las sombras. Y se buscan con ansia disimulada entre fingida indiferencia.

Como dos faroles, dos almas se buscan entre un mar de sombras y de oscuridad.

Doktor Jeckill. Septiembre de 2016.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Cuando el águila no vuela




A un águila acostumbrada a volar alto, no la puedes dejar en tierra con las alas rotas.
No la puedes recluir en una jaula de hormigón y asfalto en la que no pueda sentir el viento en sus plumas.
En un lugar en donde la noche no tiene estrellas y las puestas de sol juegan al escondite tras la silueta de altos edificios mientras el aire huele a podrido y a elementos industriales contaminantes.

A un águila no la puedes mezclar entre reptiles, ni entre mascotas... porque ni se arrastra ni es un ser domesticable.
Cuando un águila no puede volar, pierde la esencia de su ser.
Y por la noche sueña cada vez que la invade el sueño en volar.
En volar alto... mas allá de las nubes. Donde sentir la caricia del sol de la primavera en el rostro y el frío de las capas mas altas de la troposfera colarse entre sus sólidas plumas.
Sentir como se moja cuando atraviesa las nubes, sentir la velocidad de un picado, sentir el vigor de sus músculos con el sobreesfuerzo...

Un águila no bebe agua embotellada ni de grifo. Sino que necesita de manantiales de agua pura y fria de la alta montaña para beber.
Un águila no sabe abrir envases con "abrefácil", ni come carne que no haya cazado antes. En la que impregnarse del espíritu de la caza para la que fué creada.

Si a un águila le quitas todo eso, te quedará un ave con aspecto de águila... pero ya no será un águila exactamente.
Tan solo en su recuerdo, en su ser, en su esperanza... seguirá permaneciendo lo que es, en su esencia y espíritu.
Y poco a poco, el brillo de su mirada se vaya apagando según le van abandonando el recuerdo, la esperanza... las ganas de vivir.

Sin poder volar... Un águila no es la bella criatura que nos recuerda lo que representa la libertad que todos anhelamos.
Aunque respire, aunque parpadee... ya solo es solo una triste rapaz muerta.

Doktor Jeckill. Agosto de 2016.

lunes, 1 de agosto de 2016

No pretendo agradar a todo el mundo

No pretendo agradar a todo el mundo... y la verdad, es que me suda mucho los cojones.

Poseo una educación exquisita, de la que hago gala con quien me sale de la polla.

Tengo unos ideales, una sólida ética y moral que me impiden "seguir la corriente" al cúmulo de despropósitos que la dictadura progre nos impone diariamente en nuestra ya podrida sociedad.

Con la edad y con la experiencia, he descubierto que ninguna "gran causa" está limpia, que el relativismo es el gran enemigo del sentido común y que los que enarbolan la bandera del buenismo, suelen ser siempre, una manada de hijos de puta hipócritas, con intereses ocultos en su propio beneficio.

Que la gente es gilipollas, que los políticos y los manipuladores profesionales lo saben y que actúan en consecuencia .

Que no pretendo liderar nada, que tan sólo intento vivir feliz y honradamente, sin putear a nadie y ayudando a quien merece una mano amiga.

Que la única manera de "salvar el mundo" hoy en día, es de hacer lo correcto cuando nadie te mira y hacer lo posible para que en tu más cercano entorno, hagas felices a quienes aprecias .

Que estoy harto y asqueado de la sociedad actual, de las leyes, de la corrupción, de la estupidez...

Que la corrupción política y empresarial, no es más que un fiel reflejo del resto de la sociedad.

Que a veces, existen excelentes empresarios y trabajadores que son unos hijos de puta .

Que hombres y mujeres vivíamos felices en armonía y en complementariedad hasta que el feminismo se cargó miles de años de evolución natural e imponiendo sus leyes antinaturales por imposición social y judicial.

Que la inmigración debe ser solamente para quien desea aportar su honradez y buen hacer sin resultar molesto o una carga, para la sociedad que le acoge .

Que abusar de quien no te ha hecho nada malo, es de seres muy oscuros.

Que no todo está justificado, ni por sus métodos ni por sus fines. Que ninguna lucha es legítima cuando perjudica a personas inocentes y ajenas a esa lucha.

Que la patria nada tiene que ver con sus dirigentes, sino con sus ciudadanos, sus símbolos, sus costumbres...

Que prefiero ser querido que temido y despreciado por mi sinceridad a ser querido por mi hipocresía.

Que a veces me asalta la duda de si el día que ya no esté, alguno de vosotros me echará de menos y se dignará a llevar flores a mi tumba o beba mientras brinda en honor a mi , bajo mi retrato.

A veces, cuando tienes la posibilidad de parar "la carrera" del día a día durante unos instantes, te puedes permitir el lujo de pensar calmadamente sobre lo que te rodea.

domingo, 7 de febrero de 2016

"My way"

Cuando luces canas, tatuajes, cicatrices... (muchas de ellas por dentro de la piel ) y dispones de unos instantes de reflexión para poder volver la mirada hacia atrás, te sientes como el gran Sinatra.

Haces tuyas las palabras de esta canción.

Porque sabes que la vida te ha dado de hostias y jugando sucio, te ha encajado docenas de golpes bajos.
Pero también sabes que has vivido lo que muchos no tendrán la capacidad de hacerlo ni en varias reencarnaciones.
Que has amado, has caído, has reido y has sudado. Has sangrado, has muerto y has renacido.

Y sabes que todos esos capítulos y experiencias de tu vida las has hecho de la única manera que sabías hacerlas: A TU MANERA

miércoles, 29 de julio de 2015

No perdamos el tiempo, nena

Hay quien pide alas para volar y después no se molesta en ir a recogerlas.

Sirenas que piden piernas, pero no se deciden a salir del mar.

Soñadoras, que desean que sus sueños se hagan realidad, pero que no despiertan para poder realizarlos.

Lloronas que se quejan de lo malos que son los hombres y que cuando tienen a uno que las cuida y respeta, lo putean y le fallan sistemáticamente.

Mujeres que pretenden ser perfume de lujo, pero que resultan ser veneno vulgar.

Personas que piden sinceridad y lealtad, para usarla en su propio beneficio mientras son falsas e infieles.

Aves Fénix, que llevan un bidón de gasolina y una caja de cerillas para quemar a lo bonzo, cada nueva oportunidad de renacer que se les presente.

Juguetes rotos, que siempre vuelven a buscar a niños caprichosos y violentos que las vuelvan a romper, una vez tras otra.


Círculos viciosos que confirman, que la experiencia, sin cerebro, análisis y coraje, no sirve de nada.

Puedes arruinar tu vida siempre que lo desees. Pero no molestes ni pidas prestado el frasco de pegamento para corazones que yo estoy usando.
Su contenido es muy limitado y solo lo merece quien va a darle un uso correcto y definitivo.

miércoles, 22 de julio de 2015

Estas jodido. Estas enamorado.


Cuando ella anula tu razón y se hace omnipresente en tus pensamientos.

Cuando al despertar, piensas en ella y al acostarte también. Solo para soñar con ella durante la noche.

Cuando buscas su perfume en cada prenda, en cada cabello, en cada objeto.

Cuando miras como gilipollas, con la mirada perdida en el vacío.

Cuando el reloj se para cuando no estás con ella y no existe cuando estáis juntos.

Cuando solo hablas de sus bondades y tus amigos acaban hartos de tu único tema de conversación.

Estás jodido, amigo. Me temo que estás enamorado.

Doktor Jeckill. Julio de 2015.

Mas de lo que ves


Soy mucho mas que lo que ves.
Para bien o para mal.

Soy mucho mas de lo que parezco.
Aunque hay quien solo juzga el envoltorio.

Soy mucho mas que una piel y un cabello.
Tras mi mirada muestro tímidamente mi historia.

Tras mi pecho, existe un corazón.
Tras mis ojos, hay un pasado.

Cuando solo miras mi cabello,
ignoras que este abriga a un cerebro.

Cuando miras como me muevo al caminar,
ignoras el motivo de mis pasos.

Si eres incapaz de ver lo que soy,
no merece la pena escuchar tus halagos.

Doktor Jeckill. Mayo de 2015.

viernes, 3 de julio de 2015

Sábanas blancas

Sabanas blancas que rozan mi piel, traen el recuerdo de tus caricias.

Los primeros rayos de sol en la mañana, me dicen que la vida sigue.

El aroma del café recién hecho, me hacen sentir en un hogar vacío sin ti.

El perfume que impregna el armario vacío que ocupaba tu ropa, llena aún mas mi desasosiego.

Y busco tu perfume en la almohada. Hambriento de sensaciones y recuerdos.

Ya no podré contar las pecas de tu piel. Una y otra vez perdiendo la cuenta, distraído con tus besos.

Suspiros y gemidos en mitad de la noche, que han dado paso al soez ruído del exterior.

Sin tu forma de tocarme, solo soy la tecla rota de un viejo piano desafinado.

Fantasma de un pasado reciente, que se llevó mi alma a su infierno particular.

Purgatorio por mis pecados, a la espera de que tal vez otro angel venga a rescatarme de mi condena de soledad.

Y todo ello por culpa de esas malditas sábanas blancas, que traen el recuerdo de tus caricias.


Doktor Jeckill. Julio de 2015

miércoles, 3 de junio de 2015

Dame algo... porque yo lo valgo

Hoy he comenzado a realizar un nuevo experimento social.

Cuando los mendigos profesionales me han abordado por la calle vaso en mano para pedirme dinero o los gorrones de terraza me han venido a molestar mientras tomaba una cerveza para pedirme pasta, he optado por descubrirme la gorra de la cabeza y pedirles yo la pasta a ellos o a los de la terraza les he pedido que me paguen la cerveza.

Su cara de perplejidad ha sido bestial y cuando los mas atrevidos me han preguntado molestos, que por que lo hacía, les he contestado que, "puestos a echarle morro al asunto" yo también tenía el mismo derecho que ellos a pedirles dinero.

No por ser un gitano rumano o por llevar la ropa con mas mierda, debemos suponer que nuestro interlocutor no tiene problemas, una familia que mantener o que está pasando por problemas económicos gravísimos.
Aún así mantiene la dignidad de continuar luchando por un trabajo, por un quehacer, una vivienda... y se preocupa de madrugar, de mantenerse limpio y "socialmente aceptable" para poder salir del bache.

La mendicidad organizada activa (la que te va molestando e increpando para que "aflojes la gallina") es ya un mal endémico de nuestras ciudades. No se trata en su mayoría siquiera de vecinos que han caído en desgracia, sino de bandas mafiosas internacionales, que se dedican al tráfico y explotación de seres humanos.

Los pobres... los de verdad, no suelen molestar. Aparcan sus cuerpos y la verguenza que sienten o su derrota, les impide incluso levantar la cabeza y mirarte a los ojos.

Los que "le echan morro", no son mas que "profesionales del parasitismo social" y como tal... si es cuestión de echarle cara... Yo le puedo echar aún mas que ellos.

Ya son demasiados y muy mal acostumbrados. Exigen un derecho que no se han ganado jamás y o bien le ponemos fin a esos abusos, o ya habrá mas pedigueños por las calles, que pardillos a los que sablear , moneda a moneda.

Y mientras tanto, los necesitados de ayuda de verdad... aparcados en la sombra.

domingo, 10 de mayo de 2015

Y la vida pasa...

Y la vida pasa
Y pensamos que nunca más nos levantaremos de nuestros fracasos y nuestro dolor.
Que jamás podremos volver a sentir cosas tan bellas, como las que una vez sentimos antes del ocaso.
Pero el destino que tantas veces es cruel, nos depara de vez en cuando un balón de oxígeno para darnos aire fresco.
Aire puro que substituya a la podredumbre de lo respirado anteriormente y que tanto dolor nos produjo.

Una segunda oportunidad para alguien que lo merece.
Para quien su único delito fue amar sin límite
Para quien el destino no fue generoso ni benevolente en las cosas del amor.

Una vez más se puede ver luz al final del oscuro túnel. Bálsamo al final del dolor
Y rezas para que no fracase esta vez lo que tanto añoras que salga bien.

Y la vida pasa
Y los árboles pelados en el invierno recuperan todo el esplendor verde de sus hojas
Y surgen flores de lo que antes fueron estériles y tristes campos.
Corazones de carne picada que renacen de sus cenizas como el ave Fénix
Para poder recuperar la capacidad de amar sin límite. Con pasión, con locura.
Con la esperanza de que no los vuelvan a lastimar con infinito dolor, con negra traición.

Fe ciega para que Dios en su inmensa misericordia, nos toque con su mano y nos conceda el privilegio de amar
A esa persona especial, que te eriza la piel, que te acelera el corazón y que te hace llorar de emoción.
A esa persona que llevas toda la vida buscando y que a su vez, ella te estaba buscando a ti.
Para llenar vuestra vida de amor, de luz y de esperanza e ilusión.
Esa persona especial que no es otra persona.
Esa persona que en realidad es parte de ti.
Que en la noche de los tiempos fuisteis uno solo, pero el destino os separó y os maldijo lleno de celos
Y os condenó a buscaros alrededor del mundo por toda la eternidad.

Una segunda oportunidad para el amor, con la experiencia que da el dolor de pasados fracasos.
Una segunda oportunidad para sentirse vivo, en brazos de la persona que te hará feliz.
Una oportunidad para olvidar los errores pasados y para la esperanza de aciertos futuros.

Y la vida pasa lenta, pero inexorablemente
Y mi corazón vuelve a latir de nuevo
Y el recuerdo de tu mirada llena de deseo
Me llena de amor por ti.

Y la vida pasa
Ajena a nuestro amor y sufrimiento
Y la vida pasa
Sin saber de nuestra existencia
Y la vida pasa…

Pero a nosotros… ¿Qué nos importa la vida?

Doktor Jeckill 2005.

Resaca

Despiertas con la boca pastosa, sucia , con sed...
Con un terrible dolor de cabeza, entre sábanas sucias y revueltas que huelen a sudor y a fluidos corporales indeterminados.
El estómago lo tienes revuelto y al tratar de incorporarte, un tiovivo de mil demonios comienza a agitar el Mundo que te rodea en una escala de 7,6 grados en la escala de Ritchter.

No recuerdas demasiado bien lo que estuviste haciendo ayer. Entre retazos de una película de terror que es tu vida, aciertas a recordar vagamente el fondo vacío de mil vasos de cristal, rodajas de limón huérfanas de guarnición, perdídas entre pequeños cubitos de hielo y una sonrisa blanca, de dientes imperfectos buscando tu boca con ansia y desesperación.

Empiezas a recordar el aroma de unos cabellos de un olor determinado. Mezcla de pachuli y a hembra peligrosa.
Asocias la sonrisa de dientes descolocados a aquel olor. Una boca imperfecta, como la vida, pero apetecible, como la muerte.

Risas , alcohol, mas risas, mas alcohol... El suave tacto tibio de una piel y el frio tacto del metal.
Hueles tu camiseta y aún lleva impregnado aquel olor de tu última pieza cobrada. Te gusta como huele. A mujer. A damisela deshonrada. A solitaria cazadora de corazones esquivos.
Los rayos del sol que penetran oblicuamente desde el ventanal, te producen una reacción vampírica de rechazo a la luz. Inmediatamente buscas el lavabo y te echas agua fresca abundante por la cara, mientras que un lamento quejumbroso y gutural, te recuerda que las viejas cañerías de ese cubil en el que pernoctas, poseen algún que otro siglo de antigüedad y te recuerdan que tu tampoco eres ya ningún chaval.

Alcanzas tus botas. Poseen un olor a cuero que te recuerdan a la madera de un viejo taller y al aroma de un buen bourbon.

Manos toscas con anillos de plata y restos de grasa entre uñas y huellas dactilares que te recuerdan que tu moto, se quedó anoche durmiendo en la puerta de casa. Manos que anoche, recorrían la piel suave y blanca de aquella hembra rotunda que te dió lo único que poseía.

Recuerdos de sexo, de abrazos y besos, de la penumbra de una habitación destartalada , iluminada intermitentemente por la luz de neón de un cartel de publicidad , ubicado justo enfrente de la vieja ventana de marcos de madera.


Luces rojas, azules, verdes... que teñían la escena de su piel, mientras se arqueaba peligrosamente para la salud de su espalda a la vez que apretaba tu cabeza contra su sexo, sintiendo deshacerse en tu boca. Vaciarse por completo de problemas, complejos e inseguridades, mezcladas con decilitros de flujo vaginal que aún dejan un cierto regusto en tu boca... y dibujan una sonrisa socarrona en tu rostro, al recordar los detalles de todo aquello.

Al acabar,recuerdas que se cabreó porque no quisiste quedarte con ella. Pero necesitabas sentir el aire fresco de la noche.
Una motocicleta solitaria surcando las calles vacías y mojadas, bajo la luz de las farolas, que custodian la noche de las sombras y la mas dura oscuridad.

Recuerdos de ayer, deja vu de mañana... En realidad, poco importa.
Te vistes pesadamente, arrancas tu motocicleta entre el estruendo de sus escapes y maldices la hora en que las autoridades impusieron el uso obligatorio del casco.
Hoy desayunarás unos huevos con bacon en una terraza desvencijada de un bar de parroquianos, al borde de una carretera poco transitada. Después irás a cortarte el pelo a la peluquería de Maxi entre latas de cerveza fresca y buena música de rock & roll como banda sonora de fondo y te sentirás un hombre nuevo. Preparado para hacerle un par de cientos de kilómetros mas, al viaje de tu vida.

Al fin y al cabo, si tu vida es tan decrépita como la historia de un viejo músico de blues... ¿Que importa una resaca mas o una resaca menos?

Doktor Jeckill. 10 de Mayo de 2015.

jueves, 23 de abril de 2015

¡Deprisa , deprisa !

Con frecuencia, vemos el camino a recorrer como algo largo y tedioso en lugar de como un reto y una excusa para disfrutar del recorrido.
La obsesión en los tiempos modernos con obtener nuestras metas al precio que sea, de la manera mas rápida que se pueda y a ser posible con trampas o atajos, nos impiden encontrarnos a nosotros mismos. Pensar, evolucionar, madurar, disfrutar del hecho y del paisaje. Aprendiendo la lección.

Hoy en día, nuestra vida es una autovía de peaje, vallada y limitada, que nos impide conocer las aldeas y pueblos que bordeamos sin prestarles atención.
Hemos cambiado las viejas tascas de pueblo en el que los paisanos nos observaban inquisitivos al entrar y nos despedían con el cariño de un nuevo amigo , por concesiones de hostelería, tan asépticas e impersonales como caras.


Vamos al gimnasio varias veces por semana, en coche o moto, a pesar de vivir cerca de él, para acabar el ejercicio cuanto antes, levantando rápido y mal las pesas y después inflarnos a esteroides y productos de veterinaria con el objetivo de conseguir un aspecto saludable... a costa de nuestra propia salud.

Hacemos la comida en robots de cocina, hornos de microondas y placas de inducción vitrocerámica en solo unos minutos, o directamente la compramos preparada, en lugar de disfrutar de los viejos métodos de cocción lenta sobre un fogón de gas o un lecho de brasas de carbón de encina.

Nos pasamos el día trabajando como condenados, para obtener una serie de bienes que deberían mejorar nuestra calidad de vida, pero en el fondo, solo conseguimos aislarnos mas y mas cada dia.

Nuestros hijos aprenden en "realidades virtuales", que no solo no son realidad, sino que les enseñan una cara de la vida que no se ajusta para nada a la realidad verdadera.

No tenemos tiempo de socializarnos, de tener tiempo para los amigos o para buscar a la pareja adecuada. En lugar de ello, recurrimos a las redes sociales, a la pornografía o a los placebos sustitutivos de enfrentarnos a la verdad sobre nosotros mismos.

Existe un viejo proverbio que dice que "La experiencia no es solo lo que hemos vivido, sino todo aquello que hemos vivido, reflexionado y comprendido".
¿Como vamos a evolucionar, si pasamos por la vida sin tiempo de saborearla y sin un minuto para pensar sobre lo que nos ocurre?.

Doktor Jeckill. 23-04-2015

domingo, 1 de marzo de 2015

El último viaje hacia el Valhalla

Pablo contemplaba el vacío desde el borde de la caída.

Observaba de manera calmada y seguro mientras sentía el calor del sol de primavera en la cara.

No tenía miedo, ni se encontraba incómodo, nervioso ni desesperado.

Simplemente sabía que su ciclo en la vida había terminado y era absurdo dar continuidad a algo que tendría que suceder de todas formas tarde o temprano, pero que sin embargo, era mejor precipitarlo por una cuestión básica de dignidad humana y calidad de vida.

Pablo era, o había sido, un macho alfa. Un guerrero, un soñador, un poeta y un trabajador eficiente y respetado. Un buen padre de familia y un buen compañero de las mujeres a las que amó.

Fué protector y dulce con los suyos, misericordioso y justo con los que necesitaron de su ayuda y duro , despiadado e incisivo con quienes intentaron joderle.

Había tenido una vida plena. Había vivido mas o menos como quería y miles de anécdotas y experiencias en la mochila del recuerdo.
Había amado intensamente, había luchado intensamente, le habían roto el corazón en varias ocasiones y había disfrutado del amor de mas doncellas de las que podía recordar.


Pero ahora era solo un tullido al que la suerte le había dado la espalda. Dolores intensos e incapacidad para poder ganarse la vida tal como lo había hecho durante su existencia. Sentirse atrapado por un trabajo que ya no le llenaba y del que no podía cumplir de manera adecuada por sus taras físicas.

Amores que se habían convertido en carceleras y un hijo que había volado del nido que nunca hubo y que apenas le llamaba, salvo cuando necesitaba algo.

Su motocicleta llevaba años sin el mantenimiento adecuado. Lo que había provocado pocos años atrás el último accidente de los cuales aún permanecía recuperándose.

La usaba por pocos kilómetros y para realizar quehaceres cotidianos, sin hacer un viaje guapo y por placer desde que ya no le alcanzaba la memoria. Desde hacía años, nunca había dinero suficiente para gasolina, para reparaciones, para recambios o para el viaje en si. Tampoco tiempo con su extenso horario de trabajo de pluriempleado.

Era un viejo guerrero convertido en anciano de una tribu que ya no respetaba a sus mayores. Era un león herido en una manada de hienas hambrientas y sedientas de sangre del caído.

Se encontraba en un nuevo Mundo con unos valores que él no aprobaba y del que se encontraba desplazado, molesto y profundamente decepcionado.
Y como tal, obraba en consecuencia. Tanto animales como viejos guerreros de antiquísimas tribus, cuando ha llegado el momento de darse un crucero en la barca de Caronte, buscan en sus bolsillos su moneda de plata, recogen alguno de sus efectos personales mas queridos y abandonan el poblado para morir dignamente en tranquila soledad. Lejos de reproches, envidias, competencias, miradas varias o juicios de valor.

Sin importar opiniones ni recuerdos que quedaron atrás, ya no importa nada. El brillo de sus ojos ha hecho de avanzadilla en el último viaje y espera con anhelo la liberación de la miseria que le pesa sobre la espalda y en las cicatrices de mil batallas luchadas.
Pablo observa el vacío con cierto alivio y siente la paz de no tener que preocuparse por luchar en desventaja en una guerra que ya no siente como suya. Que ni aprueba ni comprende.

Avanza el paso que le separa del abismo, tal como había hecho montones de veces años atrás con un paracaídas a la espalda, solo que esta vez, ningún atalaje de nylon aprieta su cuerpo. Y observa como un grupo de preciosas rubias de ojos claros con el largo pelo recogido en coletas, vestidas con armaduras de cuero y cuerpos de campeonas de fitness acuden a sujetarlo por los brazos y piernas sin herirle con las armas que portan. Le miran con simpatía y agrado, le sonríen y le acarician con picardía y obsceno deseo, mientras lo transportan en volandas.

Le dicen que hoy no tendrá que recorrer el Aqueronte en barca, porque se ha ganado el derecho de entrar con ellas en el Valhalla. Pablo sonría y se deja hacer. Ya no siente frío, ni le duele el cuerpo y no siente remordimiento ni preocupación por nada.

Pablo tal vez no se llama Pablo. Y este relato tal vez no es un cuento fantástico. Hay muchos mas Pablos de los que puede parecer a simple vista, pero el resto del Mundo no a reparado en ellos. A ellos no les importa, porque se reconocen en cada batalla y también en cada descanso. Frente a una jarra de cerveza en una taberna, o al borde de cualquier precipicio de la costa del río Aqueronte.

Doktor Jeckill. Febrero de 2015.

viernes, 9 de enero de 2015

"Iberican way of life"

Recuerdo que hace unos años, cuando la típica "progresía de Ipad y Mac" discutían en un programa de radio sobre la tolerancia hacia los musulmanes y el respeto a su cultura impuesta en tierra íbera; Llamó al programa un ciudadano de una ciudad del sur de España, pero de origen marroquí.

Este buen hombre relató que tenía mujer y dos hijas, que llevaba varios años viviendo, trabajando duro y de manera legal en España y que sus hijas recibían una educación occidental en la escuela y en la sociedad.

Él había venido a España, precisamente huyendo de las imposiciones y modo de vida propios del islam, de sus costumbres retrógradas y de su brutalidad.

¿Como pretendían los españoles apoyar aquello de lo que él y su familia habían huido?

¿Como renunciar a ver la sonrisa de sus hijas y a verlas vestidas preciosas con unos vaqueros ajustados y un top enseñando el ombligo?

¿Como renunciar a la independencia de su esposa que no precisaba de su permiso para hacer las gestiones que necesitase mientras él trabajaba?

¿Como renunciar a tomarse unas cañas de cerveza o unos vinos con sus vecinos aderezadas con unas tapas de ibéricos?

Relató varios ejemplos mas sobre el particular, su nuevo modo de vida y el de su familia. Y advertía que ante la imposición de la Sharía o cualquier modo de vida de corte teocrático islámico, eso desaparecería , por lo que se vería en la necesidad de volver a huir de ello.
Que los árabes que desearan vivir como árabes, ya disponían de montones de países en los que podrían hacerlo, pero que dejasen Europa en paz, porque a él le encantaba España, sus gentes y sus costumbres, por lo que no deseaba perder toda esa calidad de vida ya obtenida por él y por montones de paisanos suyos que se encontraban en su misma situación.

Creo que la coherencia de este hombre es aplastante. Es un claro ejemplo del famoso "vive y deja vivir".

Una cosa es enriquecernos con el conocimiento y costumbres de otras culturas, otra muy distinta es el mestizaje. Pero otra muy distinta a las anteriores, es la imposición de una cultura foránea en detreimiento de una sociedad ya establecida y tolerante.

jueves, 29 de agosto de 2013

OJOS TRISTES


Ojos tristes
De mirada clara
Ojos tristes
Que ya apenas, sienten nada

En el brillo de tus ojos
Y la melancólica mirada
Se puede ver el dolor
Se ve tu ilusión derrotada

En el fondo de una botella
Apuraste el orgullo que te quedaba
Desde que se fue ella
Piensas que ya no queda nada

Tus amigos ya no están
Solo la llaman a ella
Por un error fatal
Tu estigma ya se sella.

Solo te queda escribir
Porque la cosa anda jodida
Para poder resistir
La dureza y el dolor de tu vida

Jamás pediste que volviese
Porque la invitaste a que se fuera
Pero todas las noches la extrañas
Su fragilidad y lo dulce que a veces era

No la pudiste ayudar
A pesar de haberlo intentado
Los demás jamás llegaron a sospechar
Que su problema, te había desbordado.

Ahora ya no importa
Vuelves a saborear tu soledad
La misma que inexorablemente
Regresa por navidad

Ojos tristes escriben poemas
Desde el fondo del corazón
Para aguantar las penas
Aunque muchos lo piensan, jamás fuiste un cabrón.

Doktor Jeckill 2003.

HA NACIDO UN DISIDENTE.



Hoy es el primer día del resto de mi vida. He dejado el trabajo con el que sufría desde hace bastantes años en silencio (al igual que el anuncio de las hemorroides) y que me tenía prácticamente esclavizado. Noches sin dormir, días sin descansar, un horario que me requería 24 horas, 7 días a la semana, un hijo que llamaba “papá” al vecino de arriba, follar menos que un casado y un salario que mes tras mes, en vez de aumentar, disminuía tan espectacularmente como una picha en agua helada.
Si a eso se le unen las deudas del juego de la vida y de ”perversiones” varias que absorbían incluso a veces más cantidad que mi salario percibido, nos encontramos con la situación de alguien que no vive mas que para trabajar para el puto banco, pagar multas e impuestos y carente de alicientes o cualquier tipo de calidad de vida .

He de agradecer el apoyo incondicional de mis hermanos de la moto que siempre me apoyaron, de otros amigos de la ruta que siempre lograron arrancarme unas sonrisas entre cerveza y cerveza, de propietarios de tiendas custom que me han fiado durante meses el pago de artículos de su tienda, de los dueños de los bares en donde casi siempre mi ultima frase era: “Apúntamelo en la cuenta”, de mi mecánico habitual que con clientes como yo, acabaría en el psiquiátrico. También a todos aquellos amigos que año tras año me invitan a sus concentraciones y a los que aún no he podido visitar muy a pesar mío y por último, a mi pelirroja, a la que siempre toco las tetas en público pese a los cabreos que esto la produce.

He decidido probar suerte y cambiar de tipo de vida y de curro. No sin antes estar algún tiempo “atando cabos sueltos” y tratándome de relajar un poco del cansancio y la amargura de los últimos tiempos. Tengo tanto que escribir y tantas fotos que hacer que no sé por dónde empezar . Después de esto, tal vez, me marche de este país que tanto se asemeja a la vivienda del comic “13 Rue del Percebe”.

Estoy hasta los cojones de pagar impuestos, intereses de demora y demás “óbolos” para tanto hijoputa que anda suelto de origen nacional, extranjero o magrebí y a partir de ahora, lo poco o mucho que pagaba para estos menesteres (soy un convencido y confeso practicante de la objeción fiscal), me esforzaré especialmente para escaquearme de su abono.

Nunca este puto gobierno me ha ayudado en lo mas mínimo ni a mi ni a mi familia. ¿Por qué voy yo a tener que pagar las comisiones de los políticos, los sueldos de los que no trabajan (ni pretenden hacerlo), los agujeros de la carretera, la condonación de la deuda de países que se han hipotecado con la compra de armas y lujos para su clase dirigente, los guardarrailes asesinos, las pinturas deslizantes, los abogados de criminales, el exilio vacacional de terroristas palestinos, los Ferrero Rocher del señor Embajador, las mezquitas de determinados inmigrantes, las ayudas sociales a todos esos putos parásitos que vienen “a trabajar” mezclados con trabajadores extranjeros y que es lo único que no hacen, las paternidades numerosas de descerebrados que no tienen medios económicos y que pretenden que yo les pague la educación de sus numerosísimos futuros marginales, la inútil policía local de algunas grandes ciudades destinada casi exclusivamente a recaudar fondos para el consistorio que les contrató a base de atropellar los derechos del ciudadano, el ejército de guardaespaldas que poseen los políticos que a cambio de unos mas que dudosos “intereses económicos y sociales” que se supone que nos proporcionan.

Hay demasiados moros que desembarcan en nuestras costas todas las noches (negocio cojonudo para algunos). Los negros, que ahora se llaman “subsaharianos”(¿?), ni desembarcan, porque como ya han pagado el “viaje”, no son de su misma creencia socio-religiosa y no piensan invadir a nadie, los arrojan por la borda con la intención de que se ahoguen ( y luego nos llaman “racistas” a los “occidentales”) La gran mayoría de estos “Sres. árabes” son “propiedad” (según dicen ellos mismos) de cierto rey-gobernante de mas que dudosa actitud frente a su propio pueblo y frente a los pueblos de su entorno mas próximo, el cual nos está declarando la guerra descaradamente (Remember “Perejil”, ”Polisario” ,etc) y nosotros acogemos a la avanzadilla de esa ”invasión” con ayuda humanitaria y alojamiento (y si son gendarmes o soldados, se les invita a desayunar tras un intento de invasión militar) ¿Qué es lo que falla, quien está mal de la puta cabeza? ¿Estamos volviéndonos todos gilipollas?. Por favor, que alguien me explique esta película porque yo creo que me he perdido.

Por supuesto que se me tachará de xenófobo, de racista, de inhumano (no del grupo musical), tal vez incluso de traidor. Pero ¿Es que acaso soy el único que piensa de esta manera?. Miremos dentro de cada uno de nosotros y el que esté libre de este pensamiento o al menos de la sospecha, que “tire la primera piedra”(Incluidos los inmigrantes decentes). De todas formas, he de reconocer, que me haría muchísima ilusión ser declarado “Persona non grata” por gobiernos como el marroquí o argelino. Yo, soy así.

Decía un refrán: “Nadie es racista hasta que su hija sale con un negro”. A mí, personalmente me la sudaría que mi hija saliese con un tío estupendo, que sepa estar, con estudios, cultura, un buen trabajo y mejor corazón aunque fuese negro. Pero no con un vago, criminal, borracho, hijoputa, trapicheista, cabrón y marginal negro. ¿Alguien nota la diferencia? ¿Alguien nota la diferencia de este país?. Algunos melancólicos sí se dan cuenta y recuerdan con tristeza y añoranza “Cuando España era España” , los abueletes podían bajar a la calle sin miedo y los turistas disfrutaban tranquilamente de su estancia en el país de la sangría, el flamenco y la polla española.(Y no me refiero a la época facha precisamente).
Hace tan sólo unos años, Madrid estaba considerada como una de las capitales mas seguras del mundo y era un magnífico destino turístico. Ahora, posee el triste record de ser la ciudad europea con mas criminalidad y mas muertes por violencia en lo que va de año y son pocos los japoneses, americanos, etc que se aventuran a visitar esta ciudad. Esto es un hecho y que esta situación es debida a la inmigración de criminales ya reconocidos por la policía y jueces de sus países de origen, es también otro hecho no debatible.

Desde este mismo momento me declaro apátrida hasta que algún gobierno honrado y con dos dedos de frente me proporcione asilo político. Me avergüenzo de este país de “charanga y pandereta” que se esconde tras la hipócrita careta de la “tolerancia” para encubrir la especulación. Que no se moviliza cuando nos estafan charlatanes de feria al mando del estado, de cargos relevantes con capacidad de decisión sobre nuestra forma de vida, de grandes grupos bancarios o multinacionales, etc. hipotecando nuestro futuro y el de nuestros hijos, ya sean legítimos o no.
De un pueblo que tiene fama de indomable y bravo (y de unos extranjeros que vinieron buscando paz y prosperidad con la mejor de sus intenciones) pero que sin embargo se está dejando invadir, matar, extorsionar y vejar por parte de unas “Presuntas fuerzas hostiles”, de una manera vergonzosa sin que nadie haga nada por evitarlo y que algunos incluso lo toleran, aceptan y encubren a sabiendas, porque se están enriqueciendo por ello, directa o indirectamente o con la ilegalidad de numerosísimos inmigrantes e impidiendo incluso la labor de la Policía que se ve con las manos atadas. Esto si que es “El silencio de los Corderos” y no la película de Jodie Foster.

No estoy en contra de la emigración e inmigración, siempre que se cumplan unas básicas normas sociales, legales y de convivencia del país receptor y que esos emigrantes pasen por un “filtro” tan riguroso como sea necesario con el fin de garantizar la optima calidad de vida de todos los afectados. Garantizando que el inmigrante no sea un delincuente ni se vea en la necesidad de convertirse en uno y que la remuneración profesional que este perciba por el trabajo que realice, sea de idéntica cuantía y condición que la de sus homólogos profesionales del país que le acoge, impidiendo así notables diferencias sociales, comparativas, recelos de la población receptora, especulación laboral por parte de empresarios sin escrúpulos, etc. Pero claro, a muchos ”señoritos” esto no les interesa. Se “forran” a costa de los becarios universitarios y especialmente de los trabajadores extranjeros. Los tienen pillados “por los huevos” y además siempre serán estos los culpables de cualquier desgracia o problema que ocurra y sirven como presión para que los trabajadores “locales” perciban un salario mucho menor del que percibían hace unos pocos años. Este país es el verdadero paraíso de la especulación y el “chanchulleo” y a muchos no les interesa que esto cambie.

Pero claro: ¿Qué podemos opinar en una sociedad en la que el ladrón tiene todos los derechos y la víctima debe demostrar serlo hasta la saciedad para que finalmente (en caso de condena) la pena sea de risa o los “beneficios penitenciarios” hagan de la breve estancia de los culpables, verdaderamente unas cortas y placenteras vacaciones? ¿Verdad violador de pirámides?, ¿Verdad Roldán?, ¿Verdad Mario Conde?, ¿Verdad etarras?, ¿Verdad Sres. Ex -ministros?...
El señor del bigote, se limita a mirar hacia otro lado (Ignoro a que lado, porque hay mierda por todos ellos) y cita su famosa frase: “España va bien”.

¿Y que podemos decir de unos medios de comunicación absolutamente parciales y que mantienen a la población “aborregados” con chismes sobre folclóricas caducas, putas varias y corruptos con un mas que dudoso “glamour” y que en sus noticias hacen un alarde envidiable de capacidad novelesca, ya que las informaciones ya ni se manipulan. Directamente se inventan o “desinventan” dependiendo del interés del grupo de poder que dirige el medio en cuestión?. Como diría de nuevo “el del bigote”: -“Cero patatero”.

Señores: Paren el Mundo que yo me bajo. Estoy buscando trabajo en algún país del “Primer Mundo”, así que acepto ofertas para trabajar en dichos países con status de “exiliado”. Joder!, a este paso me veo compartiendo piso con Shalman Rushdie.

Doktor Jeckill.(año 2002).

miércoles, 21 de agosto de 2013

Prescindible

viernes, 17 de mayo de 2013

NO ME QUEJO.


No me quejo de lo que siento
Pero no puedo evitar que me duela.
Se que la vida es así de perra
Pero duele cuando te desgarra su mordisco.

No me quejo de sentir tanto amor
Pero me quema como fuego la brasa de su recuerdo.
Tanto tiempo soñando con algo así,
Que cuando ha llegado, el miedo lo empuja a pasar de largo.

Sentado en la orilla de la nada
Sueño despierto y respiro sin aliento
Aguardando una señal
Que me dé la oportunidad de estar contigo.

Nadando en el color de tus ojos,
Impregnado del olor de tus cabellos.
Deslumbrado por el brillo de tu sonrisa
Y arropado por el tacto de tu piel.

Pasan las horas y sigo soñando
Con que vengas a mí, para quedarte.
No me quejo de lo que siento
Porque en el fondo es lo que da a mi vida aliento.

Doktor Jeckill. 17.05.2013

martes, 2 de abril de 2013

NOCHES DE BOURBON & BLUES


Los kilómetros pasan inexorablemente bajo las ruedas de mi vieja moto. No recuerdo exactamente desde hace cuando tiempo ya.

El asfalto y gravilla son testigos mudos de mi viaje de Ulises. Purgando mis pecados. Condenado a vagar por la carretera por una eternidad.

Bares de carretera, gasolineras, sucios lavabos de área de servicio… Miradas desconfiadas y curiosas que escudriñan a través del polvo de mis vestiduras.

La vida nómada del que a ya, nada le queda. La vida nómada del fugitivo, del paria social, de quien perdió la esperanza pero no el orgullo.

Bajo la lluvia y bajo el sol. Jornada tras jornada del viaje que mecánicamente traslada mis doloridos huesos de un lugar a otro, sin rumbo definido.
Parando de vez en cuando para efectuar alguna reparación o realizar algún trabajo esporádico o de temporada con el que poder subsistir durante algún tiempo mas.
Durmiendo bajo la fresca manta de la noche estrellada y amaneciendo con las gotas de rocío poblando mi bigote y mi perilla en algunas ocasiones, o en una sucia y destartalada habitación de pensión de mala muerte en otras.

Recuerdos de una vida intensa y rápida… muy rápida. El ejército, las noches de bandas de motoristas, noches de cerveza y rock and roll… Que con el tiempo y la escuela de la vida se han convertido en noches de bourbon & blues en calma soledad.
Recuerdos de amigos que ya no están, de mujeres que no volverán, de familia de la que apenas me queda…
Los molinos de viento me saludan desde lo alto del cerro y niños de ojos enormes desde los asientos traseros del coche de sus asustados progenitores.


El sonido ronco del motor de mi montura y el frio destello de sus piezas metálicas son mis compañeros de viaje. Son los que pintan el cuadro que representa la escena de roadmovie en la que se ha convertido mi existencia.
Hace ya demasiado tiempo que no me visitan los demonios. Hace tiempo que juego al póker con mis fantasmas y ambos hemos aprendido a bromear mutuamente cuando descubrimos que vamos de farol…

Son las noches de bourbon & blues las que entonan la canción de mi vida y que describen la escena de cunetas, viejos pueblos, obstáculos, viejas amistades… Aunque también de los ojos de aquella mujer… Todos ellos quedaron atrás. Tan atrás que apenas puedo vislumbrarlos a través de los espejos retrovisores de la moto de mi recuerdo.

Decadencia en estado puro. Arrugas en la piel curtida, el olor añejo del cuero & el metal y secretos dolores articulares en cada hueso de mi cuerpo exteriorizan a la perfección el estado en que se encuentra la salud de mi alma.
Y esa mirada soñadora, perdida y vencida de músico olvidado. De viejo perro sabio que vaga por los caminos. De orgulloso guerrero mil veces vencido… aunque jamás en el campo de batalla. Y el reflejo en los ojos de mil noches de bourbon & blues.

Doktor Jeckill. 02 de abril de 2013.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Loteria de navidad

Jamás entenderé que con "la que está cayendo" existan miles de personas dispuestas a venir hasta Madrid, hacer cola durante horas bajo la lluvia y el frío y se gasten una barbaridad de dinero (20 uros por billetito mínimo) en la administración de lotería de "Doña Manolita".

Ni ilusión ni ludopatía ni pollas. Que muchos no tenemos ni para comer, ¡joder!.

Tal vez sea porque mi manera de pensar se base en esa clase de educación basada en el estudio y el trabajo.
De la recompensa justa a un denodado esfuerzo realizado y en la búsqueda de la excelencia en las labores por hacer.
(Precisamente el tipo de valores de los que se mofa la actual sociedad).

El afán por el dinero rápido y fácil, sin esfuerzo previo. Pero sin caer en la cuenta de la nefasta inversión de aportar un montón de dinero en un décimo de lotería que tan solo en una pequeña porción de ocasiones, resultan ser premiados.


Manifestacion contra la LIVG y a favor custodia compartida

18-11-2012. 12 de la mañana.
Cientos de hombres y mujeres se reúnen en la Puerta del Sol de Madrid.
Muchos de ellos llevan a sus pequeños. Felices y sonrientes porque disfrutan de un fin de semana con sus papás.

No hay cobertura de los medios. No interesa. El lobby feminista les ha prohibido cubrir la noticia bajo pena de la destrucción de la carrera del osado periodista que se le ocurra revelarse contra el sistema impuesto por la izquierda de los lazos morados.

Abuelos, familiares, novias, esposas... Afectados por un sistema legal de un matriarcado radical impuesto, a golpe de leyes de corte nazi, prohibidas expresamente por la corte de derechos humanos de Estrasburgo, pero que sin embargo, se aplican con plena impunidad en España.
Nadie sospecha de la ignonimia hasta que le toca de cerca. Pero ahí está.

Un sistema al servicio del lucro económico y de poder del lobby feminista, además de un sistema ilegal de financiación de los partidos políticos de la izquierda y sus acólitos.

Gentes llegadas desde los mas lejanos puntos de España e incluso Portugal y una mas que generosa presencia de mujeres que apoyan la causa justa de la igualdad REAL. Para nosotros un gigantesco apoyo y un símbolo de que no está todo perdido a pesar de los millones de euros destinados por el sistema para lobotomizar y aleccionar a la sociedad y muy especialmente al colectivo femenino.

Todos contra el sistema ideológico dictado por la demente Valerie Solanas y seguido por las hembristas con el apoyo y financiación del gobierno de turno.

Una hermosa jornada dominical en la que el sol lució generosamente con aquellos desarraigados que han sido maltratados por el sistema hasta la extenuación.

Un homenaje a esos padres preocupados e implicados en la crianza y educación de sus peques y por extensión, abuelos, novias,familiares y amigas. Todos víctimas del odio y la misándria que va rubricada directamente desde el gobierno.

lunes, 27 de agosto de 2012

Que yo guarde silencio...

Que yo guarde silencio no quiere decir que te de la razón.
Que no diga nada, no significa que esté avergonzado.
Que no me pronuncie sobre algo, no da luz verde a tus propuestas o reproches.

Tal vez la edad me ha enseñado a esperar.
A dejar que las cosas sucedan a mi alrededor para que afirmen mi postura.
A dejar que pienses por ti misma y decidas siendo ama de tus propios sentimientos.
A saber que si al menos una de las dos personas conserva la calma, perdurará la cordura.

Si guardo silencio y callo, no significa que te ignore o pase de ti, sino que desde el respeto y la admiración que siento por ti, aguardo a que pienses las cosas un par de veces, con sus correspondientes nuevas perspectivas.

La vida me ha enseñado que para ganar algunas guerras, es necesario perder algunas batallas o incluso no presentar batalla en la mayor parte de ellas. Estériles, inútiles... salvo para producir daños que tardarán en cicatrizar.
Secretos del “cuerpo a cuerpo” que los viejos guerreros conocemos.

Viejos guerreros con el corazón mil veces herido. Viejos luchadores con el alma herida de muerte desde hace tanto tiempo...

Silencios de espoleta retardada que ahora no dicen nada, pero mas tarde estallarán en tu conciencia cuando pienses con mas claridad. Sin la bruma de un enojo o un mal entendido enturbiando tu buen criterio.
Silencios de respeto y cariño hacia alguien en quien confío en su buena conciencia y mejor hacer.

Aguardando el final de la tormenta como un rudo y viejo marino, que sujeta firmemente el timón de la nave bajo la tormenta para poder llegar a un puerto seguro o a que las nubes se disipen dando de nuevo paso a la calma.

Que yo guarde silencio no quiere decir que te de la razón
que no diga nada, no significa que esté avergonzado
que no me pronuncie sobre algo, no da luz verde a tus propuestas o reproches.

Doktor Jeckill. Agosto de 2012.

El tren de los sueños rotos



José era vigilante de seguridad. Custodiaba una vieja estación de ferrocarril abandonada por la que hacía ya mucho tiempo desde que había pasado por sus viejos y oxidados raíles el último tren hacia la gran ciudad.
Un tren de dolor y miseria en una zona en la que sus moradores habían tenido que emigrar para buscar un futuro digno en algún lugar lejano.

Atrás habían quedado el glamour de los viajeros de principios del siglo XIX con sus ricos ropajes y sus maletas de piel. Atrás habían quedado los tiempos siguientes en los que desheredados de la comarca, huían de la miseria y la desocupación.
Aquel había sido durante épocas, el tren de los sueños rotos de miles de personas que habían acabado abandonando la comarca, abandonando a sus familias y seres cercanos.

Decenios después, algún político había decidió rehabilitar aquella vieja estación ferroviaria para crear algún tipo de equipamiento municipal para la comarca. Por ello debía de ser custodiada a la espera de las obras, para evitar el destrozo y pillaje de gamberros, grafiteros y chatarreros desaprensivos.

Se trataba de una estación tranquila en medio de la nada. Cubierta de polvo, telarañas y viejos calendarios en las desconchadas paredes que databan de las fechas en que dejó de prestar servicio el ferrocarril en las décadas de 1900.
Sillas y mobiliario aún quedaban desperdigadas por las viejas estancias bajo una gruesa capa de polvo grisáceo y los colores ocres de la construcción tomaban un intenso tono saturado a la puesta de sol, haciéndo trasladar la imaginación de José a una especie de túnel del tiempo en el que en cualquier momento podrían aperecer por allí lujosos carruajes de tiro de caballos con una representación de la vieja nobleza europea en su interior, o la ruidosa llegada de una locomotora de vapor con sus vagones de madera y hierro forjado en los pasamanos.
Manivelas de bronce, juntas de cobre y olor a cuero. Brocados, telas de Cashmir y plata vieja.
Espiritus o almas de los ancestros y de clases sociales extintas desde hace mucho tiempo o en deshuso.
Gañanes acarreando maletas y dando de beber a las monturas, viejos ferroviaros de largos y gruesos ropajes con una gorra roja, una bandera y un silvato dando salida al tren desde la cabecera del convoy.

José trabajaba durante el turno de noche. La magia de aquella estación unida a la del páramo en donde se encontraba le gustaba.
Durante las horas anteriores al amanecer, una espesa niebla baja se apoderaba del páramo, creando una escena fantasmagórica e irreal del sitio, que a mas de un compañero de José había echado para atrás a la hora de quedarse trabajando en aquel servicio.

Decían las viejas lenguas del lugar que el lugar estaba encantado. Que en ocasiones los mas viejos de lugar habían podido ver con sus propios ojos un viejo tren pasar por allí con su gran ojo ciclópeo rasgando la oscuridad de la noche y las viejas vías inexistentes en algunos tramos del páramo. Otros (algo mas jóvenes) solamente relataban que desde que la ruina se había instalado en la comarca, el viejo pitido y el resoplar de las calderas del tren, se podía escuchar en el silencio de la noche en algunas ocasiones en las que la niebla se apoderaba del reino de la oscuridad del páramo local.

José no era supersticioso. A sus cuarenta y tantos años de edad y una vida mas que exprimida en experiencia y sensaciones, tan solo pretendía cumplir con su jornada laboral sin emociones ni sobresaltos.
Empleaba el tiempo en trastear en su vieja motocicleta durante las pocas horas de luz de las que disponía desde la hora de entrada a su trabajo hasta que el atardecer, daba paso a la noche. Después un buen libro, una vieja televisión portátil o incluso alguna que otra cabezada de veinte minutos entre ronda y ronda, ocupaban la rutina del vigilante en un servicio mas que tranquilo y regular.

Los paseos con la linterna, patrullando las instalaciones durante la noche, eran mas que suficientes para mantener alejados a los pocos interesados en acceder ilegalmente al lugar, porque resultaba fácil ver el haz de luz desde kilómetros de distancia y saber que el lugar se encontraba custodiado por un agente competente.

Nunca había hecho caso de las viejas leyendas del lugar. Folclore con encanto literario pero sin fundamento verídico alguno que no turbaba en absoluto su descanso. Nunca había tenido miedo del pasado, de los muertos o de las leyendas. Se limitaba a temer prudentemente la incursión de asaltantes en mitad de la noche, que buscasen metales, madera o cualquier cosa por la que en la actualidad de miseria y ausencia de valores, la gentuza de la peor especie son capaces de matar.


Aquella fría noche de otoño José había estado escribiendo unos poemas. Un reciente disgusto de tipo sentimental había aflorado en él su lado mas romántico y poético. Un corazón roto que se apoya en la rigidez de una pluma y la sinuosidad azul de su tinta para encontrar una válvula de escape a la tormenta que se sucedía en el interior de su alma. Viejas heridas del espíritu agolpadas en su pecho que le oprimían de una manera seca y silenciosa.

Tras una frugal cena de fiambrera y unas cuantas horas en la paz de la noche, José salió a realizar una de sus rutinarias rondas exteriores por el perímetro de la estación y alrededores. Con la linterna apagada en su mano, sus botas tácticas y su uniforme oscuro, caminaba por el páramo despacio, tranquilo, disfrutando del frescor de la noche y de la inmensidad del cielo estrellado. De hecho podía contemplar el largo anillo de pequeñas estrellas que formaban la via láctea en el lienzo que se extendía sobre él. Según la vieja teoría que dice que las estrellas representan a nuestros difuntos y seres queridos fallecidos, miles de almas le contemplaban en forma de puntos de luz en el firmamento durante esa noche.

El silencio de la soledad del páramo solo roto por sus propios pasos y de vez en cuando, el de algún animal que escapaba asustado por estos, desde un matojo o accidente del terreno cercano.

El vaho que exalaba José desde sus vías respiratorias y que se extendía hacia arriba en gráciles volutas de vapor, se veían al contraluz de la vieja bombilla de su caseta de vigilancia unas decenas de metros mas allá, en la estación.

De repente, una extraña niebla se empezó a apoderar del páramo. Una niebla rápida, sigilosa y misteriosa que reptaba por el terreno a una escasa altura. El frío se hizo mas presente, pero un frío diferente. Era como un húmedo frío de tumba. El aire dejó de oler a jaras, tomillos o musgos propios del terreno para dar paso a un rancio aroma a cuero viejo, carbón quemado y estiércol de caballos.
Un pitido en la lejanía y la presencia de un foco de luz anaranjado atravesando la niebla y la noche a unos kilómetros de distancia, dejaron claro a José que una vieja locomotora de vapor se aproximaba por la vieja vía.
Pero eso no podía ser. Faltaban importantes tramos de raíles en algunas zonas... O no, o tal vez podrían haber reparado la vía sin él saberlo y se trataba de un trayecto de prueba para volver a poner el tren en servicio en una especie de ruta histórica con un viejo tren de museo ferroviario.
En ese caso, tal vez deberían de haberle avisado. Pero no. eso no podía ser.

Entendió entonces que tal vez se había quedado dormido y un furtivo sueño, influenciado por el folclore popular local había dado forma a este tipo de fantasmas en su estado de somnolencia. Mmmmm. No. Se dió cuenta fehacientemente de que no se encontraba bajo el influjo de los brazos de Morfeo. ¿La comida?, ¿una intoxicación?, ¿una broma?..... No. no había explicación. Se encontraba definitivamente despierto, consciente y pensaba con claridad y rapidez.

En ese intervalo en que José trataba de racionalizar la situación y regresaba hacia el andén y construcciones de la estación, vió como la negra locomotora de vapor, con su haz de luz del foco delantero, atravesaba la niebla y llegaba como si de un cíclope gigante se tratase, hasta el viejo andén. Parándose en el lugar en el que a bien seguro, los viejos trenes lo hacían en tiempos pretéritos.

Un tren con gente vestida de época, unos con lujosos ropajes y otros con viejas ropas y harapos de la clase mas humilde se adivinaban en el interior de los vagones a la luz de antiguas lámparas de petroleo. Algunos de ellos salieron, otros que aparecieron de la nada con hatillos, maletas, enseres, subieron al tren y un viejo jefe de estación de piel y barba blancas permanecía en la cabecera de la estación.

José se dirigió hacia este último con la esperanza de identificarlo de alguna manera, a pesar de no estar muy seguro de redactar un informe de novedades que narrase lo que estaba viendo. Era mas que probable que acabase de baja médica por locura o despedido.

Al llegar al viejo jefe de estación, este le sonrió. Era un hombre de aspecto duro, tosco, pero agradable. Inspiraba el tipo de confianza que dan las personas que han vivido mucho e intensamente. Que son grandes y responsables expertos en lo que realizan. Que miran de frente, a los ojos y dan la mano con fuerza y cordialidad.

- ¿No vas a subir al tren, José? . Le preguntó el hombre de manera cordial
-¿como?, ¿que? , no entiendo. ¿quien es usted? , ¿que es toda esta mierda?. Interrumpió José.
Verás. Este tren hoy a venido por ti. Hoy para en esta estación para que decidas si quieres venir. Tus viejos amores, tus seres queridos, tus sueños rotos se encuentran en algún lugar al que no puedes acceder por otros medios. Solamente podrás hacerlo en este tren. Hoy y ahora.

José observó hacia atrás. Lo que había en la estación. Sus cosas, su motocicleta. Su caseta de vigilancia habilitada en el viejo despacho del jefe de estación. Todas ellas estaban en una estación de tonos apagados, pero nueva, con las cosas en perfecto uso y las instalaciones en pleno funcionamiento. Ni rastro del polvo, las cosas rotas ni la decrepitud de siempre.

Observó también hacia el interior de los vagones. Caras conocidas y sonrientes que parecían invitarle a subir con ellos. Cordialidad, paz, buenos sentimientos...

Pero José pareció de repente salir de su letargo. Sin dejar de estar algo confuso decidió que se quedaría allí. Con su vida, con su moto y con su vieja estación. Se lo comunicó al anciano jefe de estación y este asintió con la cabeza para a continuación levantar la bandera y dar con el silbato la señal al maquinista para abandonar la estación hacia su destino.

El tren avanzó lentamente a lo largo del andén por las viejas y chirriantes vías llenas de óxido y se alejó bramando bajo una nuve de vapor.
José se quedó mirando como se alejaba durante algunos minutos hasta que el último vagón y su farolillo rojo desaparecieron tras la niebla que inmediatamente comenzó igualmente a desaparecer.
De nuevo la noche era fría, despejada, con un manto de estrellas y el vigilante se encontraba en una vieja estación decrépita y en deshuso llena de polvo.

Decidió contarme esto una noche de borrachera años después de que le sucediese. José es ya un hombre viejo, ajado, con el pelo blanco y la piel surcada por cientos de arrugas. Es sin duda un hombre sabio. Un viejo dinosaurio del gremio de la seguridad. Quemado, pobre y solo, al que tan solo su vieja motocicleta saca en ocasiones de su ensimismamiento.

Tiene muy pocos amigos entre los que me incluyo. A los que ve de cuando en cuando a lo largo del tiempo y de una sólida amistad. Esa misma amistad que hace confesar en un ataque de sinceridad etílica, esas cosas que jamás puedes contarle a nadie, en ninguna otra circunstancia.

Cuando le pregunté a José si volvería a esperar a ese tren que decidió no coger, me respondió que se tiró años haciéndolo, hasta que perdió la última esperanza de ello. A pesar de no estar muy seguro de hacerlo en esa otra ocasión. No sabe siquiera muy bien si se arrepiente de no haber tomado aquel tren en aquella noche misteriosa de su pasado.

Continúa vigilando la vieja estación, pero sabe que ya jamás regresará el tren de los sueños rotos. El tren que solamente pasa una vez en la vida. El tren que si dudas, no confías o temes, se marcha para siempre, sin la remota posibilidad de que nunca mas regrese a tu vieja estación para llevarte “a Dios sabe donde”.

Doktor Jeckill. Agosto de 2012.

jueves, 9 de agosto de 2012

EL DUELO.



Tictac, tictac... El reloj saluda con su aguja canija describiendo circulos regulares en la esfera, adelantando por el carril izquierdo a las otras dos agujas mas lentas, mas grandes, mas pesadas.

La noche transcurre inexorablemente, solo rota por el aullido lejano de una sirena de policía o el eco lejano del camión de la basura realizando su necesaria pero ingrata misión.

Un vaso de pacharán fresquito sobre la mesa y gotas de sudor que perlan mi piel sobre mi frente. Las teclas del ordenador que se hunden una y otra vez, bajo en repetitivo tacto de mis dedos sobre ellas.

Me traen recuerdos de amores y fracasos, de luchas y derrotas, de una vida en ritmo de blues y un pasado que parece el guión de una mala “road movie” de serie B.

Hacía meses. Tal vez años, que no escribía. Las palabras se agolpaban en la punta de mis dedos, en mi cabeza, en mi alma... Pero una especie de miedo escénico, un temor, una confusión mental que impedían que pudiese hilar con coherencia mas de tres palabras, se había apoderado de mi durante todo ese tiempo.

Ahora estoy solo frente a frente al ordenador que me mira fijamente. Desafiándome con el brillo de su mirada fría y calculadora, producto de complejos códigos binarios y funciones matemáticas que jamás llegaré a comprender.
Como un matón a sueldo me mira burlón y me desafía a que aporree su teclado... si tengo las pelotas suficientes para hacerlo.
Y como en una peliculas del Oeste americano, desenfundo mis pensamientos y los disparo digitalmente sobre las teclas instintivamente.

El reflejo de lo que fuí en otro tiempo ha hecho que gane este duelo. Estoy escribiendo, estoy expresando mil cosas que me suceden, que siento, que pienso... y las condeno al tedio de la eternidad al plasmarlas en esa pantalla blanca y desafiante del fondo de este diabólico aparato computador.

Mañana será otro día, será otro duelo. Debo escribir un reportaje y tantas y tantas cosas, que voy a apurar la copa y voy a dejar descansar al peligroso pistolero del verbo que sin recordarlo, aún llevo dentro.

Porque todos sabemos que al fin y al cabo... Una pluma, siempre será mas poderosa y mortal que un revólver.

Doktor Jeckill. Una noche calurosa de agosto de 2012.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Con la edad...

Cuando uno llega a cierta edad, se da cuenta de cosas en las que antes no había reparado o bien había pasado por ellas sin mayor trascendencia.

Cuando se ha tenido una vida intensa, plena, llena de alegrías y de desgracias, sometiendo al corazón y a la mente a esfuerzos que otros jamás llegarán a experimentar, uno se ralentiza y cansado mira hacia su pasado. Coje otra bocanada de aire y continúa respirando para el resto de sus días.

Es en uno de esos momentos en los que uno dispone de tiempo y neuronas suficientes para ver esos pequeños detalles que nos hacen la vida mas fácil o mas difícil. Las cosas que influyen sobre nuestra vida de manera indirecta, al provenir de la interrelación de nosotros mismos con nuestro entorno mas inmediato.

Personas en las que confiábamos y nos han apuñalado por la espalda, gente que hemos conocido y nos apetecería “desconocer”, gentucilla varia que vive en sus “mundos de yuppie” y pasa sobre las costillas del resto de los mortales como un elefante en una cristalería...

Y por el contrario: Esas otras personas que parecían algo menos cercanas, menos afines o a las que vemos de “pascuas a ramos” y que sin embargo, nunca te fallan. Personas a las que respetas profundamente, no por educación, sino porque se lo han ganado a pulso y a lo largo del tiempo.


Yo soy una de esas personas que con la edad, me vuelvo cada vez mas huraño, raro y freak. Me suele molestar sobremanera la compañía de la masa borrega, de los gañanes y de la gente con una absoluta falta de modales o consideración hacia los demás. Egoístas de pataleta que continúan comportándose como críos de 8 años.
Y también de esa otra “categoría humana” que finge ser educada, amable , exquisita, simpática, pero que en el fondo se trata de vendedores de humo, enmascarados con una careta de simpatía y empatía que en el fondo, esconden un mundo maquiavélico de rencores, negatividades, envidias y profundos complejos.

Por desgracia, es de lo que mas abunda en nuestros días. Tiempos en los que se fomentan las prácticas y actitudes mas nefastas y se ridiculizan los sagrados valores que cimentaron cualquier sociedad que mereciese la pena en cualquier momento de la historia.

En el trabajo, en el bar, en tu círculo familiar o de amigos... Siempre hay un chivato, un manipulador, un mentiroso que, incapaz de resaltar por sus propios valores, se dedica a dinamitar las acciones de los demás.

“Amiguetes” que estan para las copas, pero cuando se trata de arrimar el hombro, se convierten en hábiles escapistas que desaparecen en el fondo de cualquier chistera.

Mujeres que se arriman al mas “dotado” económicamente o al mas sinverguenza, para después lamentarse de ser tratadas como meretrices y no sentirse queridas por un hombre sincero.

Ratas que abandonan el barco, al primer atisbo de marejada o pequeña via de agua, dejándo a su suerte a quien hace mas bien poco, arriesgó su vida para salvar las suyas.

Si. Me he vuelto muy raro. Mas introvertido en mi Mundo de fotografía, mis escritos, mis mierdas... Y cada vez me molesta mas la gente.

Solamente me encuentro mejor ante la belleza de la gente que es bella y reluciente desde su interior, de la inocencia y lealtad de los animales y de la capacidad plástica de una creación artística de la índole que sea.

Aprecio el olor a tierra mojada, el susurro del viento y la inmensidad de un trueno en una noche de tormenta.
Aprecio a esos amigos para los que no vale mi dinero, o esos que se presentan de improviso con la mejor de sus sonrisas cuando saben que andas jodido y agazapado en tu concha.

La caricia del sol sobre la piel y el dolor de las heridas cuando has sobrevivido a ellas.
Aprecio los retos que me hacen mejorar como persona y me hacen disfrutar del camino que recorro para lograrlos.

Aprecio y desprecio tantas cosas, que precisamente me hacen saber o sentir que soy humano. Porque si no, pensaría mas a menudo que estoy de mas en este Mundo de mierda, que de vez en cuando, nos ofrece jugosas satisfacciones... aunque cada vez menos.

Doktor Jeckill. Ago. 2012.

viernes, 13 de julio de 2012

D.E.P. Blacky 09-07-2012

Blacky. Cabronazo de 8 años. Perro viejo que sabe camelarse a quien sea. Macho alfa que mea allá por donde pase. Anarquista y vago por convicción. Vicioso del olisqueo.
Fuiste perro de defensa, aunque sé, amigo mío que hubieses sido feliz buscando drogas o explosivos. Lo tuyo no era morder, sino hallar universos de texturas en los distintos olores que la vida te ofrecía.
El calor te agotaba mas que a otros, hasta el punto de hacerte vomitar o comer poco.
Tu entusiasmo te llevó a joderle el hombro a mas de uno de tus guias habituales o a que no te sacasen a olisquear las calles tantas veces como a ti te gustaría.

Me mordiste, me buscaste algún lio al fugarte a "conocer" a algún otro perro que pasaba por allí, no cagabas ni meabas para conseguir que te sacase por las calles. Fuiste siempre un cabrón... con mucha gracia.

Tu entusiasmo y la "fiesta" que hacías cuando me veías. Como me echabas de menos cuando yo libraba, la complicidad que llegamos a tener con el tiempo...
Me parten el corazón cuando se que ya no estás.

Una puta oclusión intestinal acabó en 24 horas con tu viveza, tu entusiasmo, tu juventud.
Nadie adivinaba tu edad, amigo. Porque estabas lleno de vida y salud.

Te echo mucho de menos cabronazo.
Acuérdate un poquito de mi, allá adonde estés, porque sin quererlo y sin mi colaboración, lograste robarme un pedazo de corazón.

Descansa y folla todo lo que puedas en el cielo de los perros. Y olisquea todo lo que en vida no pudiste olisquear.

Te echaré mucho de menos.

sábado, 26 de mayo de 2012

La máscara


viernes, 11 de mayo de 2012

La olla

En ocasiones, la olla express alcanza tal presión que necesita abrirse. No es suficiente con el puto pitorrito que libera algo de presión montando un escándalo infernal.

A veces, es mejor sacar la olla del fuego y dejarla enfriar en el exterior, para después abrirla y limpiar toda la mierda que ha quedado pegada en su interior.

Y en eso estamos. Buscando un buen lugar en donde enfriar la olla. Meterle dos patadas a lo que se interponga en mi camino y rebobinar el disco duro en presencia de un entorno completamente diferente.

Atando cabos. Renovando homologaciones profesionales que me caducan y que me pueden servir, buscando nuevos horizontes geográficos y buscando un buen trabajo lejos del hogar...que ya ni es hogar ni mierdas.

El currículo actualizado y traducido al inglés, la moto limpia y el equipo de fotos puesto a punto para emigrar.

Dejar atrás las diferencias entre hombres y mujeres, rojos y fachas, extracomunitarios y europeos, españoles y nacionalistas (estos últimos: tanto los gilipollas, como los asesinos).

Hace mucho tiempo que me declaré públicamente "disidente político español", pero tal vez, ha llegado el momento de colarme en una embajada y pedir asilo político o simplemente, pillar carretera y que le den por culo a todo y a todos.

Mucho trabajo, ni un puto duro. Matarse a trabajar para solo sobrevivir penosamente y de manera casi mísera me ha hecho llegar a la conclusión que algo no estoy haciendo bien.
Influye, por supuesto (demasiado) el estar atado a una nómina de la que cientos de carroñeros con toga o corbata viven de puta madre a costa de mi sudor y mis carencias mensuales. Atracadores con uniforme policial y asaltadores de caminos vestidos de verde al servicio del "sheriff de Nothingam"...

Es paradójico por ejemplo, que la clase política española, haya conseguido convertir a la guardia civil de tráfico, en los modernos salteadores de caminos del siglo XXI, cuando ese benemérito cuerpo, fué creado allá por 1844 por el Duque de Ahumada precisamente para luchar contra los salteadores de los caminos de aquella época.

La sociedad está gravemente enferma. Los valores existentes, no coinciden con lo que yo entiendo como moralmente aceptable y la convivencia entre personas, se ha convertido en una mala tolerancia entre todos, en un finísimo equilibrio que imponen políticos y jueces corruptos, al servicio de los lobbys de poder y presión.

Que paren este tiovivo de mierda, que yo me bajo. Prefiero vivir en un lugar donde tenga que aprender unas nuevas habilidades sociales, un idioma o una manera de ver la vida que esta mierda que ya conozco... y no compro.

Prefiero sucumbir en el intento con el peso de mi persona sobre las rodillas, que el peso de toda la sociedad pútrida que me rodea sobre mis hombros.

Acepto ofertas laborales, sexuales y de vivienda en el extranjero... y tal vez (solo tal vez), en este "Mordor del siglo XXI" que un día se llamó España... siempre que sea en una pequeña población en la que la vida sea tranquila, sencilla y se valore a las personas por como son. No por su cuenta corriente o por lo sucios que puedan llegar a ser.

lunes, 27 de febrero de 2012

Noche de concierto... sobre ruedas


A veces, cuando vemos a una parejilla de enamorados, nos choca que no sean siempre altos, guapos, sanos, rubisimos, con los ojos azules y un yogur desnatado en la mano.
Pero el amor no entiende de barreras, de limitaciones... Salvo cuando una sociedad cada vez mas estúpida, se empeña en etiquetarlo de una u otra manera.
De sentirse juez, jurado y ejecutor de nuestras propias minusvalías mentales reflejadas en nuestras críticas, nuestros temores, nuestros límites en una escasísima amplitud de miras, pretendiendo imponer escarnio público a aquellos que osen saltarse los límites (mentales) de los mas obtusos (y numerosos).

Vivimos en una sociedad del "buenrrollismo", de lo "políticamente correcto"... hasta haber llegado a un nivel de estupidez supina.
Las minusvalías no existen en nuestro sistema locomotor o cognitivo. Solamente nacen de una mente enferma o un corazón oscuro.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Acabando el día.



Son las siete de la mañana. Fin de semana.
Camino por pasillos vacíos y escucho el sonido de mi propio paso acelerado. El murmullo de unas escaleras mecánicas que aguardan mi llegada unos pasos mas adelante y el hallazgo de los primeros seres humanos en la soledad del túnel de la estación. Devuelvo el saludo y comparto la mirada cansada pero complaciente de los muchachos que velan por la seguridad en la red del Metro de Madrid.

Vagones solitarios pero bien iluminados que se cimbrean en las curvas del túnel como las caderas de Shakira, hacen que prefiera sentarme en uno de esos asépticos e incómodos asientos de plástico que bordean el perímetro del vagón por su interior.

Pintadas de gilipollas egocéntricos que creen que expresan arte, cristales arañados por niñatos sin civilizar, medios de salvamento o evacuación maltratados y deteriorados por esa misma “fauna”...

Sentimientos de aprobación hacia los trabajadores del metro y desaprobación hacia los usuarios que encuentro de cuando en cuando. Chavales que no superan los veinte años de edad, completamente borrachos que dormitan (cuando no roncan directamente), al borde de la inconsciencia absoluta, recorriendo la línea ferroviaria de fin a fin, usando el vagón como improvisado dormitorio resaquil.

Al salir de la estación, me abofetea en toda la cara un fuerte y hediondo olor a vómitos. Mas borrachos, fumetas y perroflautas en el exterior de la estación de Tribunal, mientras que los operarios del ayuntamiento limpian denodadamente y con esfuerzo, toda esa montaña de pis, vómitos, envases vacíos de bebidas, colillas de cigarros y mierda variopinta que los allí presentes aún arrojan a los pies de los barrenderos con relativa mofa y desprecio.

Bromas entre desconocidos e intentos de confraternizar en medio de eflubios alcoholicos que les hacen resultar patéticos a los ojos de quienes no se encuentran en su mismo estado (los menos).

Continúo caminando calle abajo con paso acelerado. Hace un frío de pelotas y tengo que esquivar continuamente a grupos de mas borrachos que, envalentonados por el abrigo del grupo, se golpean accidentalmente como estúpidas polillas o rompen deliberadamente, todo lo que se encuentra en un radio de distancia de unos dos o tres metros a su alrededor.

En cada esquina, como si se tratase de mobiliario urbano puesto por el ayuntamiento, chinos cargados con latas de cerveza y bolsas con algo caliente para comer. Puntuales durante la noche de fin de semana para atender la demanda de erráticos beodos que tras el cierre de garitos varios, deambulan sin rumbo concreto por las calles.

Un poco mas allá, saludo a las voluptuosas señoritas que ejercen el oficio mas antiguo del Mundo con la esperanza futura de pagarse un viaje a Thailandia y realizarse una operación de cambio de sexo (ahora llamado “género” por las hembristas) y que suelen ser la primera sonrisa y palabra amable que recibo por las mañanas cuando salgo a trabajar muy temprano desde hace años.

Llego a casa. Por fin, tras setenta y dos escalones de ascenso por unas viejas escaleras de madera que antaño vieron la suela de los zapatos de hidalgos y villanos de varios siglos, giro con la llave la cerradura de seguridad y penetro en la calidez, el silencio y la paz de mi hogar.

Unos ojillos inquietos y atentos, enmarcados en un rostro peludo, me aguardan a los pies de la entrada esperando una caricia y un saludo. Sandokán, el gato, que con poca cancha que le dé, intentará jugar pegándose conmigo durante un rato mientras me desvisto.

Una voz que llega desde lo alto del dormitorio me saca de mi mundo. “Cariiii, vén”. La frase se repite como un ruego lastimero de un ser de ultratumba.
Pero no es tal, sino Carmen, que me llama desde la cama, sumida aún en alguna de las fases del sueño, que busca el contacto epitelial con mi piel, bajo las sábanas.
Acaba el día para mi, aunque paradójicamente, en breve comience para el resto de mortales.

Doktor Jeckill. 2011.